Desarrollo del bienestar individual para el equilibrio en el equipo de trabajo

En nuestra vida perseguimos alcanzar el bienestar individual ya que cuando logramos estar bien con nosotros mismos acaba generando una mejora en la salud de nuestros equipos de trabajo.

Todos como individuos tenemos cuatro ejes vitales a los que debemos aportar equilibrio, por un lado nuestro Eje Físico, nuestro cuerpo al que debemos nutrir tanto con una alimentación adecuada como teniendo espacios semanales para desarrollar alguna actividad física para disponer de una buena salud, por otro lado el Eje Mental, nuestro desarrollo intelectual, también debemos dar espacios cada semana para realizar aprendizajes, para desarrollar nuestro conocimiento, para dar espacio abierto a nuestro pensamiento.

El tercero es el Eje Social, somos seres que necesitamos el contacto y la interacción con otras personas, somos individuos que necesitamos otras personas, la tribu, para sentir la pertenencia a un grupo y para ello también dar espacio cada semana para desarrollar nuestra faceta social, para el encuentro con familia o amistades o el poder realizar alguna actividad de ocio.

Finalmente el último es el Eje Espiritual, somos seres con una esencia, con un sentido vital, debemos dar espacio para integrar nuestra parte más interior, nuestro ser de amor y de potencial único, y para ello también debemos dar espacios para esa trascendencia en forma de momentos en solitud, en silencio, en meditación, sintiéndose uno consigo mismo.

Estas cuatro parte siempre las llevamos a cuesta y cada una tiene su importancia para encontrar el bienestar como persona.

La cuestión está en que además de estos cuatro ejes de configuran nuestra vida como individuo, también transitamos en cuatro ámbitos en relación con el mundo, por un lado los Territorios que habitamos, cada uno como un ecosistema independiente del otro, igual que en  la naturaleza (pareja, familia, trabajo, ocio, etc.),  otro es el Clima, el ambiente que se genera en cada espacio de habitamos como combinación de la aportación de cada persona y que contribuye a entorno más armónico , relajado, o al contrario,  también tenemos le ámbito de la Energía que se genera en cada grupo, somos cuerpos energéticos y en cualquier entorno se genera una energía resultante de la suma de los integrantes del grupo y está puede generar entornos creativos o al contrario destructivos, y finalmente está el ámbito de los Vínculos que establecemos con la personas que nos relacionamos y que es el responsable que podamos tener unos lazos sanos o enfermizos en la interacción con las otras personas según el tipo de vínculos que se generan si son desde el amor, la confianza, la sinceridad o al contrario se fundamentan des del miedo, la desconfianza o la mentira.

Con este pequeño esquema tienes una visión global del camino que hay para trabajar el equilibrio en los cuatro ejes que nos sostienen en nuestra bienestar individual y en relación a los cuatros elementos que debemos tener también presentes para poder desarrollar unos territorios de trabajo firmes, estables, de confianza, donde podamos desarrollar todas nuestras cualidades individuales, generando  ambientes cálidos a partir de mostrar nuestros afectos que abran a la cohesión, al compromiso, a la participación proactiva,  contribuyendo a una energía positiva que nos conecta a poder desarrollar todo nuestro potencial como persona única e irrepetible y también como equipo único y con ello propio que es, para finalmente dar paso a nos vínculos sanos, adaptativos entre lo integrante del equipo, desde la sinceridad, la confianza, aceptando la vulnerabilidad y la imperfección de cada no para lograr así el máxima aportación de cada persona al bienestar y potencial del equipo de trabajo.

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