Equipos de trabajo ENGAGED: El motor de la empresa saludable

Hoy en día, muy pocos trabajos se realizan en completo aislamiento de los demás y el trabajo en equipo se ha convertido en la piedra fundamental de la creatividad, el desarrollo profesional y la innovación. Es por ello que la investigación en Psicología del Trabajo y las Organizaciones ha trasladado su foco del individuo a los equipos o las empresas en conjunto.

Con el objetivo de asegurar su funcionamiento óptimo se necesita aunar dos aspectos que a simple vista son incompatibles: cuidar de la salud ocupacional de los empleados y, al mismo tiempo, asegurar que desarrollan su trabajo a pleno rendimiento con su potencial de habilidades y talentos.

Dando respuesta a ambas necesidades aparece el concepto de engagement con el trabajo en equipos.

El engagement o vinculación con el trabajo en equipos (en inglés, team work engagement) se define como un estado psicológico positivo compartido, de plenitud y relacionado con el trabajo.

Se expresa a través de comportamientos que son fácilmente observables en los integrantes y las integrantes de los equipos de trabajo:

(1)  Se sienten con fuerzas para afrontar la jornada, son activos y energéticos
(2) Experimentan apego personal hacia aquello que hacen, muestran entusiasmo y perciben sentido y propósito al llevarlo a cabo
(3) Perciben que afrontan un reto a la altura de sus habilidades por lo que el tiempo pasa rápido y placenteramente cuando están inmersos en sus tareas.

El engagement con el trabajo en equipos es un estado colectivo mediador entre los recursos sociales de los equipos y su desempeño objetivo, incorporando el desarrollo personal como un elemento clave para el desarrollo profesional individual y del grupo.

La expresión de un estado compartido de engagement con el trabajo en equipos se generan por “contagio” positivo, esto es, llegar a converger en un mismo estado de engagement por medio de las interacciones que se dan entre sus miembros gracias el clima y energía que se genera como suma de las aportaciones de cada miembro, posibilidad en la que debe participar activamente el líder del equipo, siendo el primer implicado para favorecer este estado CAPA, Creativo, Autónomo, Proactivo, Afectivo en de cada uno de los integrantes del equipo. También pueden llegar a compartir un mismo estado de engagement a través de vivencias y experiencias comunes.

La organización juega en este caso un papel clave ya que puede promover estrategias y prácticas que garantiza la salud ocupacional de los equipos al tiempo que mejora su rendimiento y desempeño, gracias a estrategias para encauzar los valores de la organización y sus objetivos con elementos de facilitan y promueven la comunicación en todos los sentidos, la participación, la escucha activa, el compromiso bidireccional, el desarrollo de las personas para que puedan disponer de formaciones y dinámicas que favorezcan la vinculación responsable, respetuosa, sana entre todas las personas del equipo de trabajo.

A continuación describimos brevemente estas prácticas en torno a tres grandes grupos:

1) Prácticas de alineación con los objetivos y valores organizacionales. En este grupo incluimos las prácticas de información y comunicación organizacional, así como aquellas promovidas en base a la Responsabilidad Social Empresarial.

2) Prácticas de prevención del estrés. Este grupo hace referencia a prevenir el impacto negativo del estrés en todas sus formas. Aquí incluimos las prácticas organizacionales orientadas a la prevención del mobbing, del conflicto familia–trabajo o de la inequidad percibida o real, la falta de comunicación, transparencia, claridad, ejempleridad o simplemente la falta de coherencia con nuestros valores vitales que a medio o largo plazo nos producen malestar y hasta nos pueden llegar a enfermar. Existen muchas dinámicas i herramientas para evitar llegar al estrés en el ámbito físico, emocional, mental e incluso espiritual.

3) Prácticas de optimización. Ponen el foco en los puntos fuertes de los equipos y las organizaciones y se basan en seguir desarrollando las fortalezas de la organización y trabajando los aspectos de mejora. Aquí podemos encontrar las prácticas destinadas a mejorar el desarrollo de carrera profesional acompañado siempre de un desarrollo personal, el desarrollo de habilidades, y la salud física o psicosocial de los trabajadores.

En estas organizaciones los trabajadores desarrollan sus tareas al máximo de su potencial, en un ambiente que promueve el esfuerzo colectivo, cooperativo, minimizando el efecto del estrés y promoviendo un entorno de trabajo saludable. Esta perspectiva se hace aún más necesaria si cabe, en el actual contexto de cambio en las relaciones laborales con un mismo objetivo: un trabajo más productivo a la vez que saludable en la mayor amplitud del concepto, favorece el desarrollo de organizaciones responsables y con futuro.

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